GUALEGUAYCHÚ
Una caravana que busca salvar al río Uruguay de la contaminación
El río Uruguay sufre las consecuencias letales que generan los agrotóxicos, el desmonte nativo, los efluentes industriales y urbanos. Es un peregrino en medio de un holocausto, agravada por la presencia mortal de Botnia (UPM), entre otros males.Como peregrinos, ayer los vecinos de Gualeguaychú marcharon en caravana para protestar por el emprendimiento pastero, la pretensión de que aumente su producción y con ella aumente aún más la contaminación y la falta de información sobre los monitoreos ambientales, entre otros reclamos que también incluyen la necesidad de encontrarse en audiencia con las autoridades gubernamentales.
Porque, en definitiva, se trata de una comunidad que necesita de manera imperiosa acceder a la información y que no se sigan violentando sus más elementales derechos humanos.
Ayer, los vecinos convocados por la Asamblea Ciudadana Ambiental peregrinaron en caravana para expresar que nadie puede hacerse el distraído cuando el pueblo sostiene el NO a las papeleras y el SI a la vida. O en todo caso, quien asume un rol de distracción, deberá asumir también las consecuencias de su irresponsabilidad, puesto que en materia de justicia la neutralidad es complicidad.
El Sitio Histórico Arroyo Verde, declarado de esa manera por la legislatura entrerriana, fue el escenario para volver a protagonizar otro hito en la historia de la región. Es que a pesar de estos diez largos años de lucha anti pastera, ayer quedó nuevamente demostrado que el tiempo es un testigo insobornable de la historia.
Los vecinos se acercaron temprano por la mañana a Arroyo Verde, a la espera de que el reloj marque las 15 para iniciar la marcha en protesta de Botnia.
Una camioneta con altoparlantes encabezó la fila de automóviles, que según los organizadores totalizaron en ese lugar más de 250 unidades. Y bajo un sol atípico para esta altura del año, los vecinos tomaron en dirección hacia el río. Al llegar al óvalo de la cabecera del puente internacional “General San Martín”, se dirigieron hacia ese enlace vial que atraviesa el Río de los Pájaros.
Al llegar a la línea que marca la frontera entre ambos países, personal de Prefectura Naval del Uruguay intentó primero obstruir el tránsito. Ante la insistencia de los asambleístas, propuso dejar pasar de a tres vehículos y en lapsos de un minuto, lo que también fue rechazado de plano.
“Son ustedes los que están interrumpiendo el tránsito”, les señaló un asambleísta a la autoridad uruguaya y así se abrió el paso, arriba del puente, para la caravana.
La sorpresa llegó nuevamente a pocos metros de la cabina de peajes. Allí, por orden de la Prefectura uruguaya, estaba cortado todo el tránsito, sin excepción. Nadie podía pasar al Uruguay, pero tampoco hacia la Argentina. Las propias autoridades uruguayas cortaron el paso internacional.
Así, la caravana dio el regreso y volvió a transitar en dirección a Gualeguaychú por el puente internacional, al ritmo de bocinazos y consignas que expresan –como es histórico- el rechazo pleno y absoluto a la presencia mortal de Botnia y en reclamo al acceso a la información de los monitoreos ambientales por ser un elemental derecho humano que ningún Estado puede violentar, al menos sin asumir la condena.
Tal como estaba previsto, el regreso de la caravana recorrió gran parte de la ciudad, porque de la ruta 136 se retomó por Primera Junta hasta San Martín y se llegó, como estaba organizado, a la zona de Los Obeliscos en la Costanera.
A esta altura de la manifestación, los automóviles ya eran incontables, porque se fueron sumando a medida que estos peregrinos iban pasando. La sensación era que a medida que se desarrollaba la protesta, las voces y las almas se iban multiplicando.
El Río de los Pájaros está dejando de ser “ese cielo azul que viaja” como lo enseñó el grande Aníbal Sampayo y se está transformando en una gran cinta transportadora a cielo abierto de la peor basura.
El río Uruguay es un peregrino en medio de un holocausto… y espera un milagro. ¿Serán las autoridades capaces de defender los bienes naturales que son simultáneamente recursos soberanos? ¿Serán capaces las autoridades de brindar la información esencial para la salud de las poblaciones ribereñas y del ambiente? ¿Serán capaces las autoridades de evitar que la República siga arrodillada frente a Botnia? ¿Serán capaces? ¿Serán autoridad?
Por Nahuel Maciel
EL ARGENTINO
Lunes, 2 de septiembre de 2013