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LA HISTORIA DEL LEONCITO LATIO EN EL CORAZON DE UNA ESCUELA: Mil mensajes de solidaridad con Renzo como símbolo
Alumnos de la Secundaria Edgar Romero Maciel entregaron mil grullas de papel con mensajes de esperanza a la familia del niño.
En un emotivo encuentro sus papás y abuelos expresaron la importancia de generar conciencia sobre la donación órganos.
No dejes de luchar por lo que quieres y por quienes quieres”. Este fue uno de los mensajes que escribieron los chicos de la Escuela Secundaria Edgar Romero Maciel en una de las más de mil grullas de papel que entregaron a la familia de Renzo Antonielli, el niño de dos años que recibió un trasplante de corazón y tras semanas de luchar, falleció el pasado 2 de agosto.
Cerca de las 10 los papás, Belén y Haroldo, y los abuelos, Jorge y Patricia, arribaron a la escuela que lleva el nombre del autor de la Misa Correntina, en los límites del barrio Anahí. Allí concurren unos 830 chicos de 12 a 20 años. La sobreedad es una realidad en una zona humilde y desbordada en solidaridad.
Inspirados en la historia de una niña de dos años oriunda de Hiroshima (Japón) que en los 40’ intentó sobrevivir a los efectos de la bomba atómica, los estudiantes decidieron armar , como dicta la tradición oriental, grullas de papel para que se cumplan los deseos de paz y solidaridad.
Así, toda la comunidad educativa, junto al Sindicato de Canillitas, se puso en campaña para investigar sobre la niña de Japón y plasmarla su gesto en un hecho de solidaridad. Así, los chicos hicieron origamis durante agosto para entregar a la familia de Renzo. Es que su historia los había conmovido y ayer ésta replicó en lágrimas fugándose entre algunas mejillas de alumnos y padres.
Finalmente muchos pudieron abrazar, tímidamente algunos, profusamente otros, a los familiares que, sólo conocían por fotos y pantallas, del niño que emocionó al país y que hoy es el abanderado de la importancia de la donación de órganos.
El caso del leoncito correntino, quien estuvo varios meses primero en emergencia nacional en la lista del Incucai a la espera de un corazón, trascendió las fronteras. Hasta del otro lado del Atlántico, en países como España, se hicieron eco de la situación de Renzo.
Sin embargo, los familiares aún tienen una larga senda por caminar en la difusión de la donación de órgano. Ayer, un grupo de alumnos de 1º a 6º año escucharon el mensaje de los padres del niño en un salón de la Edgar Romero Maciel.
“Tenemos más posibilidades de necesitar un órgano que de donar. Sólo el 1 por ciento de la población están en condiciones de donar”, indicó Haroldo Antonielli, el papá de Renzo.
Esto no sólo se debe a razones de compatibilidad sino también a las circunstancia del fallecimiento del donante y a sus antecedentes de enfermedades. No obstante, un niño puede salvar siete vidas, mientras que un adulto un poco más de 11.
“Decidimos dar a conocer el caso cuando estaba todo listo para que Renzo entre a cirugía pero el papá del donante a último momento no estuvo de acuerdo”, recordó Belén ante estudiantes presentes.
Luego, los familiares pasaron al patio de la escuela. Sobre él se elevaban decenas de grullas de colores. La comunidad educativa les brindó algunas palabras de agradecimiento a la familia por el ejemplo de entereza.
“Renzo es símbolo de amor y solidaridad”, dijo Darío Ortíz, del Sindicato de Canillitas, quien se encargó de contactar con la familia. Luego, Haroldo tomó el micrófono: “Piensen que la donación no es prestar un órgano a un desconocido, sino que es el ser querido viviendo en otro cuerpo”. Los chicos entregaron las grullas de papel donde late la memoria de la solidaridad.
(Diario El Litoral)
Sábado, 31 de agosto de 2013