RESPONSABILIDAD OFICIAL
La muerte de la docente por Gripe A obliga a tener datos oficiales concretos
A la comprensible conmoción social por la muerte de la docente enferma de Gripe A, se suman innumerables dudas respecto a las derivaciones que podría tener el fatídico suceso.El dolor, el duelo, y el respeto a los suyos deberán tenerse en cuenta en primer lugar. Y es hoy lo más importante. Pero no debe dejarse de lado las connotaciones sanitarias que en todo el territorio correntino derivan de la irreparable pérdida.
Subsisten muchas dudas. Griselda Perdomo de Bravo se encontraba enferma con Gripe A desde comienzos de este mes. El fallecimiento se produjo esta tarde en el Sanatorio Privado Curuzú Cuatiá, alrededor de las 16:30, a raíz de un paro cardiorrespiratorio docente.
Los interrogantes surgen en el marco de muchas preguntas que deberá –irremediablemente- dar el Ministerio de Salud Pública, no para explicar lo inexplicable (toda pérdida humana indica un mínimo de sin razón, en el marco de la espiritualidad), pero más allá del –se insiste- respetable dolor, es necesario saber cómo, porqué y en qué condiciones esta mujer se contagió y derivó en este cuadro gravísimo.
Valdrá explicar qué determinaron los médicos del Instituto de Cardiología de la Capital correntina que fueron a ver a la docente cuando su estado ya era muy crítico.
Se supo que ya no se la podía trasladar ni en ambulancia ni en avión sanitario, debido al estado delicado de sus pulmones, muy afectados por la gripe.
Es por eso, más allá de la conmoción de una muerte, la población tiene que saber cómo se sucedieron las cosas hasta derivar en esta situación.
La docente estaba internada desde el 7 de agosto, pero había convivido con la enfermedad en su casa con sus familiares desde una semana antes, motivo por el cual se los puso a ellos también en cuarentena.
Y ahora, habrá que estar atento a ello, ya que la única que pareció contagiarse con la enfermedad fue la madre de la docente, quien presentó síntomas similares, y al día de hoy tiene una leve mejoría, pero continúa con tratamiento médico ya que su caso también se complicó por momentos.
Además tampoco se aclaró cuál es el subtipo de Gripe A que padecía Griselda aunque versiones médicas indican que coincidía en un 90% con las características del subtipo N1, el mismo que causó la epidemia en el 2009.
Todo eso implica un pormenorizado informe que debe sí o sí surgir desde las autoridades sanitarias. No para causar pánico, pero sí para tomar las medidas preventivas que correspondan.
Miércoles, 28 de agosto de 2013