CASO ÁNGELES RAWSON
La Junta Médica aseguró que Ángeles murió por asfixia y esperan estudios para confirmar ataque sexual
Según se dictaminó, la joven murió sofocada y estrangulada por su asesino en una maniobra que no duró más de cinco minutos, antes de que su cuerpo ingresara a la compactadora de basura, aún se espera la confirmación de un ataque sexual. Se trata de la conclusión que se desprende del informe –al que tuvo acceso Télam-, de los 10 peritos oficiales del Cuerpo Médico Forense que participaron de la segunda Junta Médica en la causa por pedido del juez de instrucción Javier Ríos.
En el informe de 95 fojas los peritos respondieron 72 preguntas que fueron formuladas por el juez para aclarar las causales y circunstancias de la muerte de la adolescente de 16 años asesinada el 10 de junio en el barrio porteño de Palermo.
Uno de los puntos centrales de la pericia era determinar si Ángeles había sido víctima de un ataque sexual -algo que podría agravar la imputación contra el portero Jorge Mangeri-, pero el Cuerpo Médico Forense no pudo responder este punto con certeza.
“Hay presencia de lesiones paragenitales y genitales que impresionan como de etiología contusa, de naturaleza equimótica y de presunto carácter vital, como las descriptas en casos de abuso sexual”, afirman los expertos al contestar la pregunta número 71.
Pero aclara que “la interpretación definitiva de esas lesiones queda supeditada al estudio histopatológico de las mismas, a fin de ratificar, rectificar y/o complementar dicha apreciación”.
En respuesta sobre la posibilidad del abuso sexual, el perito de la defensa, Adolfo Méndez, asentó su disidencia con una hipótesis que generó polémica, ya que afirma que las lesiones genitales “son pasibles de hallarse en prácticas sexuales caracterizadas de tipo sadomasoquistas que implican consentimiento de los participantes”.
Los peritos oficiales también señalaron que “no puede afirmarse la existencia de patrones vinculados a prácticas sexuales en forma consentida y de larga data”.
Respecto de la data de muerte o intervalo postmortem, que fue la primera de las preguntas, la Junta señaló que fue de “entre 30 y 36 horas previas” a la autopsia, lo que ubica el horario del crimen “entre las 11 y las 17” del 10 de junio.
Los peritos oficiales determinaron que la causa de la muerte fue la “asfixia” producida por un “mecanismo mixto” que incluyó “estrangulación manual, estrangulación braquio-antebraquial, estrangulación palmar y sofocación manual”.
Es decir, que para la Junta, Ángeles murió estrangulada antes de ingresar a la compactadora de basura, todo lo contrario a la conclusión a la que arribó el médico autopsiante Héctor Félix Konopka -excluido por el juez de esta nueva reunión de peritos-, quien afirmaba que la muerte se produjo en el camión de la basura.
Además, los peritos calcularon que desde el inicio de la compresión del cuello, la víctima pudo haber perdido la conciencia de 10 a 20 segundos, a los 3 minutos pudo haber sufrido un daño cerebral y que la muerte se dio como máximo a los 5 minutos.
Pese a que la víctima presentaba dos vueltas de hilo sisal al cuello, la Junta descarta "el estrangulamiento a lazo” porque no se detectó lo que se conoce como “surco” de ahorcadura.
También revela que “el estado de inconsciencia pudo ser causado por la obstrucción manual de la boca y/o fosas nasales o por golpes de puño”.
Incluso, informa que el asesino pudo estar con todo su peso sobre el cuerpo de la víctima al momento del estrangulamiento.
“La equimosis (lesión) en la parte superior del tórax responde a la acción contusiva directa en la zona por compresión sobre el pecho de la víctima en el momento del estrangulamiento”, afirma.
Los expertos concluyen que Ángeles fue golpeada y en este sentido señalan que las lesiones que presentaba en los ojos y la boca son “compatibles con golpes de puño” y agregan que “las lesiones vitales en el rostro (boca y nariz) provocaron sangrado externo”.
Los peritos también detectaron nueve “lesiones defensivas” localizadas en las manos, los codos, los antebrazos y las piernas.
Respecto de la bolsa verde encontrada en la cabeza de la víctima al momento del hallazgo del cadáver en la planta de la CEAMSE de José León Suárez, concluyen que “no hay certeza de que se colocó para causar un episodio de asfixia” y explicaron que las fotos tomadas por la Policía Científica bonaerense “son confusas”.
Además, confirman que Ángeles presentaba “lesiones compatibles con ligaduras en muñecas y miembros inferiores”, pero aclaran que aún no hay certeza de si son vitales o postmortem.
Contradiciendo otra de las conclusiones de Konopka y la primera Junta, los peritos concluyen que “no surgen elementos científicos que permitan aseverar que haya existido una agonía prolongada”.
Ante una pregunta puntual del juez –quien estuvo presente en el auditorio del decanato del Cuerpo Médico Forense durante el debate de los peritos prácticamente en todas las rees-, los expertos contestan que “las lesiones que exceden la capacidad humana de producción”, es decir aquellas que pudo haber hecho la máquina compactadora-, fueron “las amputaciones traumáticas de los miembros” y las “fracturas” en el tórax y la pelvis.
Por último, también describen que hubo fractura en el maxilar inferior de carácter postmortem y “compresión cervical” que produjo una fractura en la cuarta vértebra cervical.
Martes, 27 de agosto de 2013