UNNE CORRIENTES
Experimentan efecto de drogas de uso veterinario contra la Lehismaniasis
Las Facultades de Veterinaria y el Centro Nacional de Parasitología y Enfermedades Tropicales (CENPETROP) trabajan en un proyecto para probar el efecto de drogas de uso veterinario en el tratamiento de la Lehismaniosis en caninos. Actualmente no existen fármacos autorizados para caninos. La leishmaniosis visceral es considerada la forma más severa de las enfermedades causadas por Leishmania. Representa una endemia que tiene a los perros como hospederos y agentes involucrados en la transmisión a los humanos.
No existe tratamiento para curar a los animales, quienes deben ser sacrificados. Las drogas usadas para tratar la enfermedad en humanos están prohibidas para usarse en animales pues los parásitos podrían generar resistencia y si ello ocurriera no habría tratamiento para los humanos.
En ese sentido, desde la UNNE se inició una investigación para la evaluación experimental de drogas terapéuticas en animales.
“Es un proyecto innovador en una temática necesaria como ser la búsqueda de tratamientos para los animales en una enfermedad tan relevante como la leishmaniosis” explicó el médico veterinario Alexis Burna, integrante del proyecto.
Comentó que como primera etapa, se trabaja en la utilización de hámsters como modelo biológico experimental, que reproduzca la enfermedad con cierta similitud a lo que ocurre en los perros.
“La inmunidad del hámster es similar a los caninos y según la primeras observaciones sería de utilidad para experimentar el uso de drogas veterinarias para tratar la leishmaniosis visceral en animales” explico el profesional.
Aclaró que recién se está en una fase inicial, y si bien no se puede garantizar resultados favorables en la identificación de drogas para curar la enfermedad en caninos, el trabajar en este proyecto ya es una muestra del compromiso de abordar la problemática en la Universidad.
Explicó que el avance de esta enfermedad zoonótica, como lo es la Leishmaniosis visceral, torna necesario encontrar vías de tratamiento para los animales afectados, aunque aclaró que desde la UNNE se reafirma que no corresponde usar las drogas usadas en humanos para los caninos.
“Justamente este proyecto surge para identificar posibles drogas exclusivas para animales, y así evitar intenciones del uso de los fármacos “humanos” en los animales” dijo el profesional.
Sobre el uso del hámster como modelo experimental, comentó que las primeras conclusiones de los estudios permiten demostrar que se logró reproducir experimentalmente la infestación con leishmaniosis visceral en los hámsters.
Burna recordó que la enfermedad es una parasitosis transmitida en América del Sur por el díptero flebotomíneo lutzomyia longipalpis. El perro es reservorio de la enfermedad, y al ser picado por el insecto un perro enfermo, la enfermedad se transmite a otros a animales o a los humanos.
En los perros la enfermedad se caracteriza por producir una serie de trastornos cutáneos, predominantemente una dermatitis exfoliativa profusa, úlceras y heridas mucocutáneas; así como una variada gama de alteraciones sistémicas de diversa gravedad.
La sintomatologia es tan variada que puede producir hasta trastornos nerviosos, aunque un animal puede estar enfermo, ser portador y no manifestar síntomas.
Al respecto, resaltó la necesidad de medidas preventivas orientadas a evitar la propagación del vector. Se recomienda tener ambientes sanos y limpios, evitar la acumulación de materia orgánica donde se reproduce el vector, tener a los animales sanos, evitar que el perro salga fuera de la casa en horario nocturno, y asear o sectores donde habitan los perros.
José Goretta
Viernes, 9 de agosto de 2013