Facultad de Medicina
Aumenta las consultas de casos por picaduras de Escorpión
Una investigación relevó casos de consultas hospitalarias pediátricas por picaduras de escorpiones y reveló un crecimiento de los casos. En cinco años analizados, se superaron los casos registrados diez años antes.
El escorpionismo es una entidad que afecta más frecuentemente a la población pediátrica. Es considerado un problema en salud pública, siendo el Centro y Norte de nuestro país, las regiones más comprometidas.
Las notificaciones por accidentes con escorpiones constituyen cerca del 75% del total de los accidentes causados por animales ponzoñosos, y los niños y adolescentes constituyen la población más frecuentemente involucrada.
Un estudio analizó las consultas por picadura de escorpión entre enero 2006 a 2011 atendidos en el Hospital Pediátrico “Juan Pablo II” de Corrientes, a fin de tener un cuadro de situación de esta problemática sanitaria.
Se registraron las consultas por escorpionismo, y se analizaron los signos y síntomas locales y sistémicos, la gravedad del cuadro clínico, el tratamiento y la evolución clínica de estos pacientes.
Según se desprende del estudio, existe un crecimiento significativo de consultas e internaciones tal como ocurre a nivel mundial y aún no existe unanimidad de criterio para la aplicación del suero antiscorpiónico.
Entre 2006 y 2010, 381 niños consultaron al servicio de emergencias del Hospital “Juan Pablo II” por picadura de escorpión, registrándose el pico máximo en el año 2008 (91 casos) y el mínimo en el 2010 (57 casos). El 62% de casos fueron moderados y 38% de moderados a graves.
La incidencia de hospitalización fue de 4,72 % (18 niños) y no se registraron casos mortales.
La localización de la picadura se presentó en pies (62, 5%), manos (12, 5%), espalda (12,5%) y glúteo (12,5%).
Los resultados arrojaron un incremento en los casos al ser cotejados con otro estudio realizado en un periodo de diez años entre 1998 y 2007 en los que se habían registrado un total de 378 consultas.
“En nuestro medio es evidente la tendencia del aumento de consultas por picadura de escorpión en la última década” explica la doctora Roxana Servín, una de las autoras del trabajo, y docente-investigadora de la Facultad de Medicina de la UNNE.
Incluso el trabajo realizado desde 1998 a 2007 ya había registrado también un aumento anual de consultas.
Para tener referencia de la situación de otros lugares geográficos, los datos del estudio se cotejaron asimismo con registros del Hospital de Niños de la Santísima Trinidad de Córdoba, en el que también documentaron una creciente significativa en la consulta por picadura de alacrán. Ésta misma tendencia se observa en los casos que requieren hospitalización.
“Las intoxicaciones por veneno de escorpión son enfermedades de notificación obligatoria. La adherencia estricta a este protocolo sumado la vigilancia epidemiológica permitirán el conocimiento acabado y veraz de la situación, necesario para implementar medidas de prevención en la población y capacitación profesional, el tratamiento precoz de los casos, identificación del animal agresor y planificación de las intervenciones adecuadas” explica Servín.
Los escorpiones o alacranes se distribuyen en la mayor parte de las regiones cálidas, en países de clima tropical y subtropical. En Argentina se los halla principalmente en la región mesopotámica y centro del país.
Existen numerosas especies agrupadas en familias, y solo 2 habitan nuestro país: Bothriuridae y Buthidae siendo ésta última la más importante por el número y las especies productoras de veneno activo.
En ésta familia se destaca la especie Tytus trivittatus, de mayor importancia sanitaria en Argentina debido a la potencia de su veneno y a su capacidad para colonizar ambientes domiciliarios y subterráneos lo que incrementa el contacto con humanos y el riesgo de picadura accidental. Otra especie con importancia sanitaria es T. confluens cuyos casos fatales han crecido en los últimos 3 años en el país.
El veneno de escorpión se caracteriza por su acción neurotóxica y su falta de acción proteolítica. Actúa bloqueando o modulando diferentes tipos de canales iónicos, alterando tejidos excitables como nervios y músculos generalmente pertenecientes al sistema nervioso autónomo con las consecuentes manifestaciones clínicas según especie y latitud.
Puede producir desde una reacción local leve hasta compromiso sistémico severo. La severidad depende de diferentes factores: época del año, especie, edad y estado nutricional del escorpión, cantidad de veneno inoculado y lugar anatómico de la picadura.
Desde el punto de vista clínico, el escorpionismo puede ocasionar cuadros leves, moderados, moderados- graves y graves, siendo estos dos últimos los que requieren monitoreo permanente en unidad de cuidados intensivos. En Argentina la mayor parte de los casos son leves y de baja mortalidad.
José Goretta
Lunes, 5 de agosto de 2013