La familia pide que recen por él
Renzo sufrió un paro
El padre del nene de dos años dio a conocer la noticia a través de la red social Facebook. Los médicos pudieron reanimarlo pero su estado es delicado. Fue trasplantado el 2 de junio.Renzo Antonelli tiene apenas dos años pero el destino se empecinó en obligarlo a luchar. Esta mañana, según informó su papá, Haroldo, en su cuenta de Facebook, el nene volvió a tener un paro cardíaco que lo dejó en estado delicado. La noticia causó impacto: cuando empezaba a recuperarse de un paro anterior, que atravesó hace un mes, llegó otro que sacudió los cimientos de la familia.
"¿Hasta cuándo? Otra vez sufrió un paro mi chancho hermoso. Por suerte los médicos pudieron reanimarlo rápido pero ¿hasta cuándo?", cuestionó Haroldo. "¿Cuánto tiempo más vamos a tener que seguir sufriendo? ¿Cuantas intervenciones más va a tener Renzo? ¿Qué mas nos toca vivir?", preguntó y desahogó la angustia en palabras.
El nene continúa internado en terapia intensiva del hospital Garrahan, donde recibe asistencia médica desde octubre del año pasado. "No quiero parecer molesto pero agradecería mucho unas oraciones por Renzo", solicitó el papá, quien hoy encuentra refugio en su familia y en la fe.
El paro se produjo a las cuatro de la mañana. Belén Ramos, su mamá, estaba junto a su cama y fue quien advirtió que algo andaba mal. "La sacaron inmediatamente y los médicos empezaron a atenderlo. Tardaron dos minutos en reanimarlo", describió Jorge, padre de Belén, a Clarín. De acuerdo a lo que pudo reconstruir, el chanchi -como lo llaman sus familiares- había dormido bien y, previo al paro, la noche había transcurrido en forma normal.
El trasplante de Renzo llegó tras ocho meses de espera. Viajó desde Corrientes, su provincia natal. Pero su recuperación no fue fácil: tras la operación, el nene volvió a la lista de espera del Incucai porque su órgano no respondía, comenzó a hacerlo una semana más tarde.
Una miocardiopatía -una afección que genera que el músculo cardíaco no tenga fuerza para bombear sangre y oxigenar el cuerpo-, que fue diagnosticada poco antes de su nacimiento, fue la cara identificable de su salud precaria.
Los hospitales son una segunda casa para Renzo, quien transcurrió sus días entre el Instituto de Cardiología de Corrientes y el Garrahan de Capital. "Espero que todo lo que nos toca vivir algún día termine. Y podamos llevar una vida medianamente normal", concluyó su papá.
Martes, 23 de julio de 2013