TESTIMONIO DE LA MAMÁ DE EVANGELINA
“Sentí que mi hija entró en mi corazón y decidí donar los órganos”
Así lo graficó Liliana Alfonso, la madre de la pequeña de dos años, cuya decisión permitió salvar la vida de tres niños, entre ellos la del también correntino Salvatore Antonelli. La conmovedora historia de amor y valentía que despertó la solidaridad en todo el país. Desde el Hospital Escuela, donde permanece internada, la mamá de Evangelina, la niña fallecida el sábado cuyo corazón recibió Renzo Salvatore Antonelli, contó los detalles de la decisión que permitió salvar la vida del niño correntino así como de otros dos pequeños.
“Primero me negué, pero después sentí que mi hija entró en mi cuerpo y mi corazón, y me pedía que cambie de opinión. Así fue que doné sus órganos”, contó Liliana Alfonso entre sollozos al recordar el momento en declaraciones a radio Sudamericana. Liliana y su marido, Isidoro Ramírez, se accidentaron el jueves pasado cuando un Renault 12 se cruzó de carril en el acceso a Itatí e impactó de lleno a la motocicleta en la que iban junto a su hija de dos años. La pequeña fue quien sufrió las lesiones más graves en el siniestro y falleció el sábado en el Hospital Pediátrico “Juan Pablo II”. Ese mismo día, tres equipos, provenientes del Hospital Garrahan, del Italiano y de la Fundación Favaloro, participaron de la ablación y se llevaron corazón, hígado e intestino, respectivamente.
“Fue el sábado a las 9:30 cuando vinieron mi cuñado y mi hermana, que estaban con mi hija, y me dijeron que murió. Ellos me anticiparon que iban a venir los médicos a preguntarme si quería donar sus órganos”, recordó Alfonso. “Dije que no porque no quería que mi hija se fuera así al cielo. Fue ahí donde algo entró a mi corazón y dije que sí, que donaba sus órganos para salvar más vidas”.
Ella es ama de casa y para colaborar con la familia vende estampitas en la calle, mientras que su marido es albañil. A partir de que se difundió la noticia una innumerable cantidad de personas se solidarizaron con ellos y comenzaron campañas de donaciones ya que permanecerán internados al menos seis meses más en el Hospital Escuela.
“Yo hice la voluntad que ella puso en mi corazón, pero nunca me imaginé que era para Renzo. Cuando uno cree en Dios y la Virgen, y pasás por este momento, pensás muchas cosas; me entró algo en el corazón, en el pecho y era mi hija. Ella entró para que yo esté limpia, tranquila, en paz o sino a mí me iban a ver más destrozada, por eso yo estoy tranquila ahora”, reflexionó la mujer.
Liliana cree que desde el cielo Evangelina “va a iluminar” a Renzo. “Con mi marido mirábamos la tele cuando pedían los órganos y yo le dije que si tenía un accidente quería donar mis órganos y él dijo lo mismo. Pero nunca imaginé que iba a donar los de mi hija”, manifestó.
“Con Isidoro queremos conocerlo a Renzo, abrazarlo y darle un beso”, afirmó en el final.
La fortaleza del abuelo
Tímido, de pocas palabras y conmovido por la situación que atraviesa su familia, Raúl Alfonso, el abuelo de la pequeña Evangelina, dijo a época ayer que “Liliana no ve la hora de estar con su otra hija, está muy preocupada por la salud de ella y no ve la hora de poder volverse a Itatí”. Se trata de la niña de cinco años, hermana de la pequeña de dos que falleció en el accidente, quien también necesitará ayuda psicológica ya que comenzará a preguntar por lo ocurrido. Raúl contó que volverá hoy a su casa, ya que desde que ocurrió el hecho estuvo en el hospital con su hija y yerno.
Miércoles, 5 de junio de 2013