TALLERES JUGARÁ SU SEGUNDA LIBERTADORES
CON ACENTO CORRENTINO
Un joven oriundo de un barrio periférico de Corrientes, Aldo Araujo, acaba de convertirse en una pieza importante en la historia de Talleres de Córdoba. Nacido y criado en el barrio seminario, jugará la Copa Libertadores el próximo año. "Trabajé desde muy chico ayudando a mis viejos. Mi papá es carrero y le ayudaba con los caballos, los cuidaba; también vendí chipá de almidón", contaba hace un tiempo "Aldito", como lo conocen en el barrio.
Olga y Miguel Angel son los padres de Aldo; Diego, Axel (es jugador), Yesika, Gisella, Miguel, Ricardo, son sus hermanos. Ellos se quedaron en el barrio Seminario, mientras Turbina se fue a vivir con su mujer Dalma López, en casa de sus suegros y ahora lo hace en Córdoba. “Ayudo a mi familia.
Le agradezco a Dios este momento”, no se cansa de decir Aldo. El equipo cordobés está de fiesta después de la caída que dejó fuera de combate a Racing: disputará la Copa 2019 desde el repechaje, y repetirá la histórica participación de 2002. Sin jugar y a la espera de un resultado para muchos improbable,
Talleres consiguió este lunes el boleto a la Copa Libertadores 2019, el único que quedaba en juego a través de la Superliga. El lugar parecía ser para Racing, al que le alcanzaba un punto en su cancha frente a Colón para alcanzarlo. Pero el Sabalero, que tenía que ganar para meterse en Sudamericana, selló un 3-1 que cambió la clasificación, y la T festejó a la distancia.
Martes, 15 de mayo de 2018