ASÍ LO PLASMÓ EN SUS HISTORIAS, EL ESCRITOR RUBÉN LOETTI
Juan Carlos Barrios, por Rubén Loetti
Don Lorenzo Barrios caminaba nervioso por la vivienda, mientras realizaba los preparativos para trasladarse a Casilda, un poblado cercano. El motivo del viaje era muy importante: María Paulina, su mujer, estaba en fecha para dar a luz, y en San Jerónimo Sud, no había recursos suficientes para esperar con cierta tranquilidad la llegada de la cigüeña. Audio: Luis Rubén Loetti
Un 8 de marzo del año 37, nacía Juan Carlos Ramón Barrios. Este largo nombre tenía su razón de ser: por San Juan de Dios; por San Carlos, y por San Ramón Nonato. Sus padres, quedaron bien con todos los santos.
De regreso al pueblo de residencia y con un integrante más, la familia Barrios siguió con la rutina de siempre. San Jerónimo Sud, era una población pequeña, que había nacido al costado de las vías del ferrocarril. No tenía asfalto, pero sí, una estación de trenes, donde a las cinco de la mañana adquiría un movimiento espectacular, debido a que la mayoría de sus habitantes, trabajaban en Rosario, y su medio de locomoción principal, era el ferrocarril.
El niño del largo nombre, Juan Carlos Ramón Barrios, crecía como todo hijo de vecino. Estudiaba en la escuela del lugar, demostrando una atracción especial hacía el micrófono. Era llamado en todas las fiestas del pueblo, porque se destacaba como un animador talentoso. Su pueblo de “criación”, (no olvidemos, que por falta de recursos en San Jerónimo Sud, su madre tuvo que parirlo en Casilda), estaba dividido por dos rieles. Al norte, habitaban los más humildes, chacareros que trabajaban la tierra; al sur, los de plata, en su mayoría vascos, que poseían tambos.
El hijo de doña María Paulina y don Lorenzo, se desempeñaba en distintas tareas, hasta que cumplió los veinte años. Un día, el cartero golpea la puerta de los Barrios, para entregar la carta que convocaba al hijo nacido en Casilda, a cumplir con el servicio militar. En ese entonces, los hogares se ponían tristes, cuando uno de sus varones debía ir a cumplir con la Patria. El joven Juan Carlos Ramón Barrios, se presentó en el 11 de Infantería de Rosario. Allí, lo integraron a un grupo de ciudadanos, que quedó al cuidado de un soldado de la clase anterior. Sentados en el pasto, estos ciudadanos esperaron con incertidumbre su destino. Uno de ellos pensó en voz alta: “¿Donde nos mandarán?” Juan Carlos Barrios por decir algo, contestó: “Paso de los Libres”. Nombró esa localidad, que solo había visto escrito en un mapa de la Provincia de Corrientes. Dios pareció haberlo escuchado, puesto que ese grupo fue trasladado a esa ciudad fronteriza, que ya era dueña de un puente internacional.
El contingente de futuros conscripto, llegó en tren a la estación de Paso de los Libres, cuando el reloj marcaba las nueve de la noche. Lo estaba esperando una multitud de vecinos, junto con la banda militar, cuyas interpretaciones le daban al momento, un ambiente castrense. El joven Juan Carlos Barrios, pisó el andén, sin saber que estaba tocando una tierra de la que no se iría nunca más. Su destino bajo bandera, estaba en el Batallón 7 de Zapadores, ubicado en el antiguo y oscuro Barrio “Las Ratas”.
Dentro del cuartel, fue destinado a Mayoría como dibujante, un lugar relativamente cómodo. Allí, casi sin quererlo, fue contactándose con personas de cierta importancia dentro de la comunidad libreña. Éstas, de alguna manera, lo fueron integrando como animador en distintas rees sociales, como desfiles, noches de corsos en la Calle Colón, y aún estando bajo bandera, hasta se animó a integrar la comparsa “Pirulín” del club Barraca. El micrófono, ya comenzó a formar parte de su existencia. Estaba “naciendo” el comunicador; ya era casi una realidad, el Juan Carlos Barrios, que marcaría un estilo en la radiodifusión de esta frontera, con un programa llamado “El Patio de Don Tunque”, junto a otra gloria de la emisora libreña: María Luisa Dechat.
Una comunicación interna número 38/59, de fecha 24 de abril de 1.959 firmada por el Gerente de Interior de Radio Belgrano, lo nombraba como el quinto locutor de LT-12, Radio General Madariaga de Paso de los Libres. Su sueldo inicial, sería de 4.244 pesos, con 80 centavos, una mensualidad para la época, similar a la de un Juez Federal o un Gerente Bancario.
Hoy ya jubilado y con una larga historia sobre sus hombros, Juan Carlos Barrios rememora momentos vividos en su San Jerónimo (hoy guardado bajo el asfalto del progreso), y disfruta de las bien ganadas horas de ocio que por ley le corresponde, junto al amor de su vida, Angélica, y sus nietos, Paula, Julieta, Macarena, Lucas, Iara, Juanchi, Débora y Luzmi, un regalo divino de sus hijas Marcela y Vanina.
Cada sábado, para no perder la costumbre, concurre a su segunda casa (la emisora de la ciudad), para compartir con la audiencia y el micrófono (su amigo de toda la vida), historias que llaman a la emoción, donde a veces se cuela alguna lágrima rebelde, que Juan Carlos, no quiere quedar afuera, y también se suele anotar a esta circunstancia.
RUBEN LOETTI… 2009-05-04
Lunes, 2 de enero de 2017
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