CARDIOLÓGICO
Corrientes fue testigo del primer implante de una válvula aórtica en humanos
Es la primera vez en el mundo que se utiliza en humanos una válvula aórtica para tratar una enfermedad propia de personas octogenarias. De la intervención participaron profesionales chinos, quienes inventaron el dispositivo implantado.
El Instituto de Cardiología de Corrientes (ICC), y los médicos que trabajan para cuidar el corazón de miles de pacientes que pasan por esta institución a diario, formarán parte de una página importante en la historia de la Medicina. El miércoles 26 de octubre pasado se realizó por primera vez en el mundo la implantación en humanos de una innovadora válvula aórtica.
El procedimiento se llevó a cabo en dos mujeres, de 81 y 82 años respectivamente, oriundas de Paso de los Libres e Itatí que sufrían de estenosis de la válvula aórtica, una patología propia de pacientes de edad avanzada y su tratamiento, precisamente por tratarse de ancianos, es complicado.
Este caso es especial pues por primera vez en el mundo, especialistas implantaron una válvula de este tipo en humanos. Y como si esto fuera poco, los creadores de este dispositivo participaron de la intervención que se realizó en el ICC con profesionales correntinos. El doctor Jorge Baccaro, jefe del departamento de Hemodinamia del Instituto, explicó a época la importancia de haber experimentado este procedimiento y que, además, haya tenido un resultado exitoso.
“Las pacientes son octogenarias, con un riesgo muy alto por lo que era complicado hacerles una intervención”, contó Baccaro y añadió: “Es un avance muy importante y una ventaja respecto de los tratamientos que existe en el mundo porque este implante se hace en seco y en poco más de quince minutos”.
La válvula se denomina “Venibri” y participaron de la implantación los profesores Mao Chen, Yuan Feng, del West China Hospital, Sichuan University, (China) y el doctor Jorge Baccaro, acompañado por otros profesionales del Instituto de Cardiología de Corrientes.
La paciente de 82 años de edad sufría de estenosis aórtica severa. Al confirmar el tamaño de la válvula adecuada para la paciente, un sistema de válvula Venibri de 29 milímetros incorporando la válvula cardíaca “seca” preprensada, precargada, preempaquetada fue quitada del paquete y la sonda lumen y puerto de descarga fueron inyectados con solución salina para purgar el aire del sistema.
El sistema de entrega de la válvula Venibri fue entonces insertado en la arteria femoral sobre la sonda. La inserción de la válvula, avance e implementación fue suave y estable. Al despliegue de dos tercios, la presión arterial se recuperó a un rango normal indicando que los prospectos estaban funcionando inmediatamente.
El angiograma de postimplementación demostró que la válvula de corazón Venibri funcionaba inmediatamente. El tiempo total de apertura del sistema Venibri THV listo para usar para la implantación de la válvula fue de aproximadamente 15 minutos. Con el éxito de la primera válvula, el 27 de octubre, una válvula Venibri de 26mm fue implantada en otro paciente, una paciente de 81 años con estenosis aórtica severa. La implantación total desde la apertura del paquete duró aproximadamente 16 minutos.
“Las intervenciones fueron totalmente exitosas”, contó también el director del ICC, Julio Vallejos. Además, una de ellas ya está en condiciones de recibir el alta en las próximas horas, de modo que tan sólo 72 horas después del implante ya pueden volver a su casa y mejorar considerablemente su calidad de vida.
“Una de las pacientes tenía que ser internada en el Instituto una vez por semana pues la estenosis aórtica era severa”, contó el doctor Baccaro, quien auguró una buena vida para las mujeres que recibieron el implante.
En ese sentido, Chen comentó que “el sistema Venibri THV es muy fácil de usar y útil para ahorrar tiempo precioso para los pacientes. Proporciona la oportunidad de tratar a los pacientes de estenosis aórtica emergente, severa y crítica de forma fácil y eficaz”. Por su parte, Horst Sievert, director del CardioVascular Center Frankfurt, elogió la tecnología de tejido seco: “Se ha convertido en otro hito importante. Estas ventajas del sistema Venibri convirtieron un procedimiento complejo en uno relativamente fácil. Creo que médicos y pacientes se beneficiarán ampliamente de esta nueva tecnología”.
Finalmente, el doctor Baccaro remarcó que los profesionales de Corrientes tienen una gran experiencia respecto de quienes vienen de países del primer mundo. De ese modo, el ICC vuelve a confirmar que es una institución de primer nivel y que da a los correntinos la tranquilidad de recibir la mejor atención siempre.
Domingo, 30 de octubre de 2016