CASO LUISINA TOBAL
Habló la mamá: "La justicia se está burlando de todos nosotros"
Telma, la mamá de Luisina Tobal, dialogó con Radio Sudamericana y expresó su indignación ya que responsable de abusar sexualmente de su hija está libre.
“La justicia se está burlando de nosotros, nosotros mirábamos estas cosas por televisión y no creíamos que realmente era así”, expresó. Telma comentó que están a la espera de una rueda de reconocimiento de voz, pero si la causa no avanza, van a organizar una marcha para pedir justicia.
Telma, es la mamá de Luisina Tobal, la joven que el año pasado fue abusada sexualmente por un hombre que ingresó a su departamento mientras ella dormía, y dialogó con Radio Sudamericana para pedir justicia.
"Luisina es una niña que fue salvajemente abusada, y que tomó fuerzas sosteniéndose en Dios y lo hace porque quiere su título, quiere ser alguien en la vida y nosotros la estamos acompañando, nosotros y sus amigos, sus compañeros, la gente que la quiere". También explicó que su hija estuvo tranquila mientras el atacante estuvo preso pero entró en pánico cuando se enteró mediante facebook que este sujeto quedó en libertad.
“Luisina le dijo a la fiscal que no quería saber más nada, tenía mucho miedo. Hable con el secretario de la juez y me dijo señora usted está viniendo al divino botón porque acá nunca se esclarece, en ese momento tuve ganas de pegarle con la silla de la bronca que me dio y le dije que estas cosas van a seguir ocurriendo porque no siguen el caso, dejan todo así y los responsables están sueltos por la calle”
“Se pidió reconocimiento de voz porque hay muchos puntos que están latentes en la causa y no entendemos por qué no se siguió el caso. No sé qué pasó este año porque venía todo aparentemente bien y de golpe se corta todo, no se esclarece nada”.
“Me llamaron por teléfono un medio día y yo estaba trabajando. Cuando llegue le devolví la llamada y no me atendieron. Después me volvieron a llamar y me dijeron que me habían llamado porque tenía una rueda de reconocimiento de voz pero la perdí. Ósea, me avisaron en el día y por teléfono que tenía una rueda de reconocimiento de voz. Por cómo se están manejando las cosas pensamos que se están burlando de nosotros”.
“Ahora nos dijeron que dentro de una semana se realizaría una rueda de reconocimiento de voz; veremos qué pasa. Nosotros pensamos que la justicia es para los que cometen el delito y no para los que son víctimas", dijo con dureza.
Telma también explicó que son una familia de clase media y que esta aberrante situación les ocasionó gastos que ya no lo pueden sostener. "Hoy tenemos que elegir entre seguir pagándole el estudio de mi hija o pagar un abogado. Ambas cosas no podemos. Además, sacarla del lugar en el que vivía y ponerla en un lugar más seguro nos costó mucho dinero. Hubieron algunos abogados que se ofrecieron para ayudarla asique vamos a decidir qué vamos a hacer", afirmó la mujer.
"Hoy sólo pedimos justicia porque de lo contrario otras chicas pueden pasar por esto. Vamos a seguir trabajando para obtener respuestas", concluyó.
OCURRIÓ EN OCTUBRE DE 2015
El desgarrador relato de una joven que fue abusada y pide justicia
Luisina Tobal, tiene 22, es estudiante de odontología y visitó los estudios de Radio Sudamericana para contar el traumático episodio que le tocó vivir, cuando un hombre ingresó a su hogar, la maniató y abuso sexualmente de ella. Si bien el hecho ocurrió en 2015, Luisina explica que en aquel momento no se animó a hacerlo público por “pudor” o quizás vergüenza. “Por un pudor errado porque yo no hice nada, esta persona no me destruyó sólo a mi sino también a mi familia”, dijo entre lágrimas y animó a las víctimas de abusos a denunciar estos hechos aberrantes. Luisina está indignada con la justicia, ya que la causa no avanza, “hoy el imputado está suelto y la que está presa en esto soy yo”
El 1 Octubre del 2015 es una fecha que marcó para siempre la vida de Luisina Tobal, quien en ese momento tenía 22 años. La joven visitó Radio Sudamericana luego de que hiciera público en su cuenta de facebook que fue abusada sexualmente por un hombre que entró a su departamento mientras dormía. Si bien la denuncia fue realizada ante la justicia en 2015, la víctima recién hoy se anima a contarlo públicamente y alienta a otras mujeres que hayan pasado por algo similar a denunciarlo, a no quedarse calladas.
Luisina es de Formosa, estudia Odontología y en aquel momento vivía sola en Corrientes, más precisamente en la zona del Campus Universitario.
“Esa madrugada aproximadamente a las 2 a.m. regresé a mi departamento en remis, venía de la casa de una amiga. Al llegar encontré el portón del edificio abierto y vi una moto estacionada en la calle, me pareció raro pero igualmente ingresé al adificio. En el descanso de la escalera me cruce con un hombre al cual no le presté mucha atención, pero lo saludé como quien saluda a alguien en la calle. De ahí me fui hasta mi departamento, cerré la puerta con llave, la puse sobre la mesa del comedor, me subí a mi habitación (porque era un duplex), me acosté, y me dormí alrededor de las 3.50a.m”.
“A eso de las 5 de la madrugada más o menos, me desperté porque sentí que me movían las sábanas, y vi un hombre que estaba parado a lado de mi cama, tenía un casco y sólo podía verle los ojos. Quise gritar pero él me tapó la boca con sus manos, y me empezó a amenazar. Me dijo que si me quedaba tranquila no me iba a pasar nada, me amordazó, me maniató con mi propia ropa, me amordazó con sábanas y comenzó a abusar de mí”.
“En un momento se sacó el casco pero me tapo la cara para que no lo mire. Me puso las sábanas en la cara a tal punto de que casi no podía respirar. Me decía que no lo mire, me hablaba como si lo conociera. En su afán de abuso, es como que trataba de conquistarme. Logró desnudarme pero no hubo penetración porque escuchamos un ruido”.
“Me ató los pies y me dijo que iba a matar si gritaba. Me dijo que tenía un arma y que entre tanto forcejeo se iba a disparar. Le dije llevate todo y andate, pero no me hagas nada. En todo momento le pedí por mi vida. Finalmente se fue y se llevó mi computadora, mi celular y 200 pesos que tenía”.
Esta pesadilla duró alrededor de 20 minutos. Luisina cuenta que después descubrió que el delincuente había armado un gancho, el cual introdujo por la ventana, enganchó la llave y así abrió la puerta y se metió a su casa. El ruido que había escuchado, y gracias al cual no pudo concretarse el acto, fue el caño con el gancho que dejó apoyado por la pared y que cayó.
LA CAUSA
Al denunciar el episodio, Luisiana brindó detalles de las características físicas del hombre al que cruzó en las escaleras, que sería el mismo que ingresó a su casa y abusó de ella. “Mi teléfono tenía un sistema anti robo y hubo una persona que colocó su chip, después hubo otra persona que también colocó su chip”, explicó la joven.
Así quedaron dos hombres imputados. Sin embargo, la primera persona detenida fue quien coincidía con las características del hombre descripto por Luisina. “Esa noche la cara no le puede ver, sólo los ojos, pero recuerdo las manos y la voz, de esa voz no me voy a olvidar nunca, sin embargo como tenía abogado se pudo negar a una rueda de reconocimiento de voz”.
“El detenido dijo que la cuñada le había dado el celular. Cuando la cuñada vino a declarar, los horarios en que supuestamente le dio el teléfono no coincidían. También habìan otros datos que no coincidían por ejemplo que él dijo que no tenía moto y ella dijo que él si tenía moto. El acusado estuvo preso, pero como no tenía causas, y como no habían pruebas suficientes quedó libre.
“No solo me destruyó a mí, destruyó a toda una familia. Mi hermana, que fue la que más me acompañó en todo esto me dijo que no baje los brazos porque yo estaba enojada con la fiscalía por no encontrarle una solución. Perdí toda ilusión cuando me entere que él estaba libre. El imputado esta suelto, la que esta presa en esto soy yo”, dijo y se quebró en lágrimas.
LUISINA RECLAMA UNA MEJOR CONTENCIÓN A LAS VÍCTIMAS
Tras hacer la denuncia por el degradante episodio de abuso sexual que había sufrido, Luisina contó:
“La fiscal me dijo tengo miles de causas judiciales, estamos atendiendo la tuya, pero no puedo ponerme al nivel de la víctima”
“Mi psicólogo quiso hablar con la fiscal y ella le dijo que estaba ocupada, que lo iba a llamar cuando tenga tiempo. A mí me costaba hasta cruzar el puente y ella nunca se comunicó con mi psicólogo”.
“Un médico forense me vio los golpes, cuando en ese momento lo que yo menos quería era que un hombre me toque. Cuando hice la denuncia no estuvo ningún psicólogo. También fue traumático que un montón de personas (aunque fuesen mujeres) me tomen fotos de las heridas que tenía en el cuerpo. En la pericia psicológica lo único que me dijeron es que iba a tener que hacer un tratamiento psicológico por el trauma”.
Jueves, 1 de septiembre de 2016
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