140 MILÍMETROS SOBRE LA CAPITAL
Fuerte tormenta causó múltiples destrozos y agravó la situación de familias ribereñas
Hasta ayer las cuadrillas municipales y de la Provincia se encontraban trabajando para reparar los servicios afectados. La asistencia fue reforzada. En el Caridi quedaban 3 familias evacuadas que perdieron todas sus pertenencias.
La violenta tormenta que azotó a la ciudad durante la noche del miércoles y la madrugada del jueves dejó rastros de los múltiples destrozos, interrupciones de servicios y evacuados que hasta ayer se hicieron evidentes en las calles. En un par de horas sobre la Capital se precipitaron aproximadamente unos 140 milímetros de agua con fuertes ráfagas de viento que ocasionaron impresionantes anegamientos de calles, árboles, postes y cables de energía caídos (un 60 por ciento de la ciudad no contó con electricidad al momento de la tormenta); viviendas y automóviles con agua en su interior y una decena de familias costeras que ya se encontraban siendo asistidas por la creciente del Paraná debieron ser evacuadas a dependencias del Estado.
En la zona del Caridi, unas 9 familias debieron ser evacuadas en la Escuela N°299, establecimiento donde pasaron la Navidad, y al cierre de esta edición 3 grupos familiares continuaron siendo asistidos sin haber podido regresar a sus hogares. En el barrio Río Paraná, más precisamente en La Tosquera, otros tantos grupos familiares debieron ser asistidos ya que los módulos de contingencia donde se encontraban a raíz de la creciente del río, fueron destruidos por la violenta tormenta.
Entre las 23.30 del miércoles y las 4 del jueves se precipitaron más de 140 milímetros de lluvia con fuertes ráfagas de viento que dejaron como saldo múltiples árboles y postes de energía caídos en distintos puntos de la ciudad. Según estimaron desde la Dirección Provincial de Energía de Corrientes (Dpec) un 60 por ciento de la Capital quedó sin energía en el transcurso del violento fenómeno climático. Con el correr de las horas se fue reestableciendo el servicio energético en la mayor parte de la ciudad.
La gran cantidad de agua precipitada y los árboles caídos plantearon un escenario de desolación una vez que se calmó el temporal: en algunas zonas de la ciudad el agua llegó hasta el parabrisas de los vehículos y en otros casos superó la línea de la calle ingresando en numerosas viviendas de todos los barrios.
Inclusive la avenida costanera General San Martín, el parque Mitre y el parque Cambá Cuá se vieron completamente colapsados por el nivel del agua y además algunas partes se encuentran cerradas al público debido al peligro que conllevan.
Desde la Municipalidad, manifestaron que la ciudad se encuentra en un estado de emergencia, el cual estuvo complicado por la creciente del Paraná pero ahora más con las consecuencias de la tormenta. Tanto la Municipalidad como el Gobierno de la Provincia debieron intervenir en casi 30 barrios que sufrieron los fuertes embates de la tormenta y registraron anegamientos, árboles, ramas caídas, agua en los hogares o interrupción del servicio energético.
Evacuados
El fuerte impacto del fenómeno climático ocasionó aún mayores inconvenientes en las comunidades ribereñas que se encontraban golpeadas por la creciente del río Paraná. En algunas zonas como Caridi (en el barrio Galván) y La Tosquera (del barrio Río Paraná) las familias debieron ser asistidas y relocalizadas en dependencias municipales o estatales.
El caso más resonante fue el de la zona del Caridi donde se debió habilitar la Escuela N°299 “Juan Alfredo Asuad” del barrio Galván para alojar a los evacuados y asistir a unas 80 familias de la zona. Pero unos 9 grupos familiares fueron los más perjudicados por la tormenta y que debieron permanecer en el lugar donde pasaron la Nochebuena con asistencia tanto de la Municipalidad como del Gobierno Provincial.
Hasta el cierre de esta edición todavía quedaban en el establecimiento escolar unas 3 familias numerosas que perdieron todas sus pertenencias a causa de las lluvias y que no tenían fecha de retorno a sus hogares debido no sólo a las consecuencias de las lluvias sino también al alto nivel del Paraná en la zona ribereña.
Otras partes muy castigadas por las inclemencias climáticas fueron La Tosquera (donde las familias evacuadas por el río se mantuvieron resguardadas en los módulos asistenciales municipales), Ongay e Irupé donde se registró abundante agua acumulada y anegamientos considerables. Para evitar nuevos inconvenientes, en los distintos barrios se llevan a cabo tareas de limpieza de canales, desagües y zanjones ante cualquier nueva tormenta que se pronostique. En tanto, la asistencia continuará durante los próximos días. (El Litoral)
Sábado, 26 de diciembre de 2015