ABANDONADO Y OLVIDADO DURANTE TRES DECADAS
Advierten que el Warnes está viejo y no soportaría la carga como oficina pública
El proyecto oficial de mudar las dependencias del Instituto de Vivienda de Corrientes (Invico) a los edificios torres ubicados en inmediaciones de avenida La Paz y Viedma, en el barrio Cacique Canindeyú, sigue sumando objeciones.
A las quejas del personal del organismo, que está en estado de alerta y movilización, se agregaron cuestionamientos desde la esfera gremial y ahora, además, se conoció un preocupante diagnóstico sobre la capacidad que tiene esa vieja estructura de soportar la exigencia a la que será sometido. Para el ingeniero civil, Rodolfo Amílcar Paladini, la carga inicial estructural del llamado Warnes correntino se calculó en un total de 450 kilos por metro cuadrado (m2) permanentes y accidentales.
Con estas cargas se dimensionaron las bases de fundaciones, tabiques portones, vigas, lozas, sus columnas, en todo su hormigón armado, detalló el profesional. Como dato ilustrativo recordó que 30 años atrás cuando se inició la obra, estaba vigente el reglamento de estructura de hormigón armado, Inti-Cirsoc 201 del año 1982 y si se le pretende dar destino de oficinas públicas (al edificio abandonado), las cargas totales a tener en cuenta son de 750 a 800 kilos por metros cuadrado.
En ese sentido detalló que hoy rige el Inti-Cirsoc 201 año 2005 (Reglamento Argentino de Estructuras de Hormigón) y es el que corresponde aplicar para ajustar la obra a las especificaciones técnicas adecuadas. Paladini advirtió que la idea de mudar las oficinas del Instituto de Vivienda a la vieja torre ubicada por avenida La Paz significará duplicar la carga que debe soportar y eso encierra un peligro (ver aparte) pues los edificios estaban destinados a departamentos de familias y ahora pretenden transformarlos en despachos de un organismo público que además de personal, llevará mobiliario y abundante cantidad de papeles que tiene un peso considerable.
Todo esto incidirá sobre las estructuras cambiando la ecuación con la que fue proyectada en su momento, tres décadas atrás, señaló el profesional. A las cargas adicionales no se las pueden reformar y adaptar, si se aumenta la exigencia repercutirá en los tabiques portantes, las bases de fundaciones, vigas, lozas, columnas. Además, es importante tener en cuenta que el suelo portante no está preparado para soportar la duplicación de cargas. Es un factor determinante que debe ofrecer seguridad antes de plantearse cualquier reformulación del destino del edificio, argumentó el ingeniero. (Diario Norte)
Jueves, 22 de octubre de 2015