EMPEDRADO
Unas 250 manos sabias mostraron sus artesanías
Hasta el mediodía de ayer, artesanos de toda la provincia se reunieron para la XVI Feria Provincial de Artesanías “Arandú Pó”. Por el mal tiempo se interrumpió el evento. Pero hasta entonces, cientos de visitantes pudieron valorar los productos exhibidos.
Como sucede con muchas costumbres y tradiciones que son legado de identidad, también la elaboración de artesanías parte de un aprendizaje que se trasmite de una generación a otra.
Asimismo, su permanencia en el tiempo constituye una construcción dinámica en la cual quienes lo realizan van aportando lo propio. Creadores artesanos de la provincia mostraron desde el viernes, en Empedrado, el resultado de materializar esos saberes ancestrales.
Cestería, platería, tallado en madera y trenzado de cuero, con técnicas que se heredan de los mayores y que aún constituyen el sustento de muchas familias se exhibieron en los más de 250 puestos radicados en la Feria Provincial de Artesanías.
El mal tiempo, que ya venía amenazando con nubes cargadas de agua desde la noche del viernes, terminó por interrumpir el evento ayer al mediodía. Sin embargo, no fueron pocos los visitantes que pudieron disfrutar de la feria hasta entonces. En una carpa central, ubicada en el corazón de la plaza 25 de Mayo, se situaron los artesanos que exhibieron técnicas y productos más tradicionales. Desde platería hasta tejidos con lana cruda se mostraron en este espacio. Alrededor, con árboles añosos como marco, se ubicaron los demás puestos ofreciendo multiplicidad de coloridos productos tan variados como vistosos. Este evento, que ya es una tradición en la localidad, inició en 1993 y en el periodo que va desde 1996 hasta el 2001 no tuvo continuidad. Sin embargo, se retomó en 2002 cuando muchos artesanos de la provincia, impulsados por la crisis económica del 2001, encontraron en la artesanía un modo de subsistencia. Desde entonces, la Feria es organizada por el Gobierno de Corrientes en conjunto con el Municipio empedradeño y logra nuclear a un número cada vez mayor de creadores y “manos sabias”. Así, aunque las actividades previstas para el sábado se suspendieron por el mal tiempo, la identidad regional plasmada en la fabricación de artesanías mostró el auge creciente de una actividad continuamente creadora.
Mujeres tejedoras
Al crochet, con telar a pedal, manual o a dos agujas. Importa tanto la técnica como los detalles y la materia prima para un grupo de mujeres tejedoras de Mercedes, quienes hacen honor a la tradición centenaria de hilar lana cruda y luego confeccionar con ella las prendas de vestir, típicas de uso para las familias rurales.
“Me decidí a aprender en 2001, apremiada por la crisis económica. Una tejedora con más experiencia me mostró algunas cosas y el resto fui aprendiendo, equivocándome”, recordó Carmen Castro en diálogo con época. Ella es una de las varias mujeres que se dedican a la marroquinería fina y al tejido artesanal en Mercedes. Durante todo el año preparan sus artículos para luego poder participar de eventos como la Feria de Artesanías Arandú Pó, el Encuentro Provincial de Ferias Francas que se hace cada año en el parque Mitre de la ciudad de Corrientes, y la Expo Rural de Mercedes, eventos que no se pierden “por nada”, aseguran.
Una de las integrantes de este grupo, que no pudo acompañar a sus compañeras en esta edición, fue la creadora de un poncho elaborado con un telar a pedal, que fue obsequiado el año pasado al papa Francisco por una delegación de mercedeños que viajaron a Vaticano.
Yajá Porá, artistas en contexto de encierro
Tras haber recuperado su libertad, el artista correntino Alejandro Pizarro fue el responsable de llevar hasta la feria de Empedrado las creaciones de su hermano, Mauricio Pizarro, de su amigo Claudio Finamore y otros compañeros que permanecen en contexto de encierro en el Penal Nº1 de la ciudad de Corrientes. Ellos forman parte del colectivo Yajá Porá y, al haber recuperado su libertad, es Alejandro quien concurre a los eventos que le son posibles para poder exhibir y comercializar las creaciones de todos. Así, ratifican una vez más que los muros del encierro no ponen límites a su voluntad ni a su capacidad creativa.
“Estas obras se hicieron adaptando técnicas, ya que las herramientas de las cuales se disponen dentro (del Penal) no son las mismas. Todas son producto de un trabajo manual. Algunas con técnicas de bajo relieve, otras con torno y con herramientas que no son profesionales”, explicó el artista.
Además, anticipó que prepara, para el próximo 10 de junio, una exposición de sus cuadros, que serán exhibidos en el teatro Vera de la capital correntina.
Utilitarios jujeños, de La Quiaca para la mesa
Félix es un artesano oriundo de San Salvador de Jujuy. Junto a su mujer, decidieron participar por primera vez de la Feria de Artesanías Arandú Pó.
Cargados de cajas, y con sus vasijas, fuentes y cacharros de arcilla envueltos cuidadosamente, arribaron a Empedrado para exhibir y comercializar sus productos a los cuales llaman “artesanías utilitarias jujeñas”. Se trata principalmente de fuentes, cacharros y hasta ollas elaboradas con las ancestrales técnicas utilizadas por aborígenes del Norte argentino.
“Fabricar cada pieza demanda entre tres y cuatro días en algunos casos. Se prepara primero la base, luego se deja secar antes de poder continuar moldeando las partes superiores. Se alternan horas de secado con pulidos y lavados. Finalmente se colorea con una arcilla roja, llamada “puca”. Y se cocinan al calor”, relató el artesano a época.
La arcilla con la cual trabajan se extrae a fuerza de pico y pala en La Quiaca, para luego ser modelada con técnicas que se llaman “choriceado y paleteado”, según relataron.
Trenzar tientos “como antes”
Don Narciso Adán Ojeda aprendió a cortar tientos de cuero, a trenzarlos cuando era muy joven y se ganaba la vida como trabajador de campo en Virasoro.
Tuvo distintas ocupaciones a lo largo de su vida. También fue empleado en el rubro de la construcción, en ganadería y en arroceras.
Pero sin importar la ocupación que tuviera en cada etapa, lo que aprendió “mirando de los hombres que lo sabían hacer”, nunca dejó de acompañarlo.
El fue uno de los artesanos que, en 1993, participaron del inicio de esta Fiesta Provincial de Artesanías, cuando un grupo de 90 artesanos de la provincia fueron convocados para participar de un encuentro que, en ese momento, tenía carácter de “internacional”.
“Ya se están cumpliendo 22 años de aquella reunión. Y salvo un año en que estuve operado del corazón, y no podía viajar, participé siempre”, recordó don Narciso en diálogo con época.
Sus artesanías son fustas, riendas, boleadoras y otras prendas de uso del hombre de campo. Trenzadas a mano, en cuero y a la “usanza” de antes. “Aprendí trabajando, y mirando de quienes sabían hacerlo mejor. Ellos te decían cómo cortar y trenzar. Te encaminaban un poco, pero después tenías que aprender solo. Mirando y haciendo”, relató.
Aunque nunca subsistió exclusivamente del ingreso que aportaron sus artesanías, fue una actividad que lo acompañó desde muy joven y que no piensa abandonar.
“En mi tiempo libre siempre tuve un tiento a mano para trenzar algo, y lo sigo haciendo”, aseguró.
Aunque sus hijos no demostraron la vocación por continuar con la actividad, si lo hizo uno de sus nietos más pequeños, de 10 años. “Le muestro y le enseño porque parece que le gusta”, reconoció don Narciso, con entusiasmo por continuar participando de la Feria de Empedrado.
Cestería de herencia guaraní
María es misionera. De sus tías abuelas aprendió la técnica para elaborar cestería con “Ysipó”, uña de gato y tacuara, materiales que son recolectados en zonas de bañados y el monte misionero con ayuda de sus hijos. Aprendió a tejer y trenzar para elaborar cestas y otros productos a los seis años. Hoy recorre la provincia de Misiones para dictar talleres y enseñar esas técnicas. Fue una invitada especial a la Feria de Empedrado.
Domingo, 10 de mayo de 2015